sexta-feira, 7 de setembro de 2007

Despedida

Las horas pasaron y continué allí,

los planes se volvieron un silencioso llanto,

paré el encanto, mientras,

tal vez mañana, tal vez después de esta mujer.





Era sólo una esquina cualquiera,

como si fuera mi resposabilidad,

yo, un hombre solitario tirado en el suelo,

contemplando sentimientos que se perdieron.





Volví a ser isla en tierra firme,

en aquella hora recordé algunos momentos,

pero ni el puntero del reloj se movió,

todo quedó en pasado un segundo después de ella.





Preciso mirar y divisar un mañana,

no parar en otra esquina sin hablar de amor,

marcar las horas y no quedar más a la espera,

todo era para un día, todo fue despedida.