sábado, 29 de dezembro de 2007

No me digas adiós

No me digas adiós, que no es momento,
cuando el mundo oculta su verdad
la tarde retrocede sin lamentos
y la noche su venia me ha de dar.
No retires tu mano de cálida caricia
que ternura infinita puedo imaginar
siente como late el corazón desbocado
cual caballo salvaje pierde su sitial.
No me digas adiós...cuando te fuiste
y tu sombra divisé tras el zaguán
cuando tu paso sigiloso
apuró la mañana, café y tostadas de su afán.
Tal vez no sepas que llevas el amor
más puro y elocuente
tatuado en la piel de tu mirar
y si ves a otra...
ni tu voz, ni tu palabra, ni tu risa, ni tu llanto,
ni tu espera, incienso del aroma
vanidad que te hizo cambiar
ese amor inocente ahuyentará.
Fue tímida la entrega
pero es lo que podía dar
no me digas adiós...
¡si ya no existes!
si nunca estuviste
¡ni estarás!